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Grupo de misioneros pasionistas
Monseñor Jauregui y
Monnseñor Sotero (Agustino) |
Bautizado con el nombre de
Celestino, yurimagüino por antonomasia, nació en un pequeño caserío vasco,
llamado Ametsa, que en castellano significa románticamente ensueño,
perteneciente al pueblo de Larrabetzu, en la provincia de Vizcaya, España.
Desde temprana edad surgió en él la aspiración de servir al prójimo. Por su
espiritualidad, este anhelo comenzó hacerse realidad al dejarse guiar por sus
sentimientos, e ingresó a la Congregación de los Padres Pasionistas para hacer
su noviciado. Llegó a hacer votos de piedad, castidad y obediencia como
profesión perpetua el 19 de junio de 1893 y se ordenó como sacerdote el 6 de
abril de 1901.
El 10 de febrero de 1913, el padre
Atanasio Jáuregui fue nombrado Superior de la misión de 6 sacerdotes y 6
hermanos pasionistas-grupo con el que llegó al Perú dos años antes-, para
continuar apoyando la labor pastoral del Obispo de la Diócesis de Chachapoyas,
Monseñor Emilio Lissón, titular del extenso y muchas veces escabroso territorio
de la Diócesis, que abarcaba lo que son ahora las regiones de Amazonas, San
Marín y Loreto. A requerimiento de Monseñor Lissón, Jáuregui y sus misioneros
se dirigieron a la ciudad selvática de Tarapoto, en San Martín. (Como se sabe,
Monseñor Lissón fue nombrado años más tarde (1918) Arzobispo Primado de Lima).
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Colegio San Gabriel |
El 8 de febrero de 1921, el papa
Benedicto XV crea la Prefectura Apostólica de San Gabriel de la Dolorosa del
Marañón, con sede en la ciudad de Yurimaguas, y se nombra al Superior de los
Misioneros Pasionistas, padre Atanasio Jáuregui, como Prefecto Apostólico.
Desde que llegó a Yurimaguas, luego de un viaje lleno de múltiples peripecias,
el futuro Obispo se preocupó por la educación y salud de la juventud y el pueblo
en general, sin descuidar su misión evangelizadora. Es por eso que una de sus
principales gestiones fue solicitar la presencia de las Reverendas Madres
Franciscanas Misioneras de María, para ayudar a los niños menos favorecidos.
Así, se fundó el colegio para niñas Virgen de los Dolores que comenzó a
funcionar en una casona particular de la calle Comercio 117 de Yurimaguas,
cerca de la plaza principal. Al año siguiente se trasladó a la calle Alfonso
Ugarte 310, cerca del actual hospital Santa Gema. Desde 1954, el colegio Virgen
de los Dolores cuenta con un edificio amplio y moderno de dos plantas, ubicado
en la calle Progreso 409. Fue construido bajo la dirección técnica de don José
Riera Torra.
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Moderno colegio Virgen de los Dolores,
en la calle Progreso |
Monseñor Atanasio Jáuregui,
siempre preocupado por su misión cristiana y social en favor de los más
menesterosos, en concordancia con el pueblo de Yurimaguas, viajó a la ciudad de
Iquitos en busca de la persona idónea para construir la futura iglesia de
Yurimaguas, porque la que existía era muy pequeña, se encontraba en mal estado
y carecía de las condiciones estéticas necesarias para que Dios pudiera ser
adorado por un pueblo en constante crecimiento. Estando en Iquitos, se contacta
con don José Riera Torra, quien terminaba de construir la hermosa Iglesia
Catedral de Iquitos.
Entre paisanos españoles, aunque
uno vasco y catalán el otro, llegaron a un acuerdo. De esta forma, el 8 de
diciembre de 1928 se inició la construcción de la Iglesia Catedral de
Yurimaguas, fecha que coincide con el día en que la Prefectura Eclesiástica es
promovida a Vicariato Apostólico. En consecuencia, Monseñor Jáuregui es
nombrado como primer Vicario y Obispo de Yurimaguas. Su consagración como tal
fue el 16 de agosto de 1936, durante el papado de Pío XI. Posteriormente, y
siempre con el impulso de Monseñor Jáuregui y la dirección técnica de José
Riera, se construyó primero el colegio San Gabriel para varones, posteriormente
el hospital Santa Gema.
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Monseñor Martín Elorza,
obispo de Moyobamba |
Paralelamente a todo esto, desde
antes, y después, del año 1937, Monseñor Jáuregui promocionó la educación y
cultura repartidas en la provincia de Alto Amazonas, que confió a las
religiosas, con escuelas parroquiales y centros educativos que se asentaron a
lo largo de los grandes ríos como el Huallaga, Paranapura y Shanusi y,
posteriormente, por la carretera que une Yurimaguas con Tarapoto. También
estableció un sistema de asistencia sanitaria, cívica y social usando la lancha
Santa Gema.
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Monseñor Elías Gregorio Olázar Muruaga,
obispo auxiliar de Yurimaguas |
Con autorización o bula del papa
Pío XII, Romanus Pontifex, el 7 de marzo de 1948 se creó la prelatura de
Moyobamba, correspondiente al departamento de San Martín. La Congregación Pasionista fue la encargada
de dirigirla, y más adelante se nombró a Monseñor Martín Elorza, también
pasionista, como obispo de dicha Prelatura.
Más tarde, considerando la
avanzada edad de Monseñor Jáuregui, con fecha 11 de diciembre de 1952, el mismo
papa Pío XII nombra como Obispo Auxiliar del Vicariato Apostólico de San
Gabriel del Marañón, a Monseñor Elías Gregorio Olázar Muruaga.
Monseñor Jáuregui, fiel cumplidor
de los principios cristianos de amor a Dios y al prójimo, no sólo fue impulsor
de los trabajos en favor de la colectividad, por su preocupación por la
sociedad, la educación, la salud y su misión evangelizadora. También realizaba
visitas cotidianas a los enfermos y personas más menesterosas, les llevaba el
aliento para curar sus males y tratar de solucionar en alguna forma sus
problemas personales y familiares, les afianzaba en su fe en Dios.
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Monseñor Atanasio Jáuregui Goiri |
Por todo eso, promovió la
construcción de un pequeño aserradero y una ladrillera para ayudar a los más
necesitados. La obra fue encargada a los hermanos legos pasionistas Rafael y
Mauricio Uranga, quienes lo administraban.
Monseñor Jáuregui también visitaba
a su viejo amigo don Pepe Riera, visitas que fueron más continuas los últimos
años de su existencia. Los dos vivían en la calle Progreso.
Alrededor de las tres de la tarde
de los domingos, Monseñor Jáuregui llegaba a la casa de Pepe, donde les sacaban
dos sillas a la vereda de la calle. Ahí comenzaban una larga plática entre un
vasco y un catalán, en donde a veces se escuchaba de parte de Pepe
interjecciones impersonales propias
del lenguaje coloquial español, sin que nadie se ruborizara. Quizá
Atanasio y Pepe intercambiaban ideas sobre nuevos proyectos que tenían en
mente. Algunas personas, especialmente niños o los pequeños nietos de Pepe, se
acercaban a Monseñor, quien, con un gesto de cariño, obsequiaba un caramelo,
una medallita de aluminio o una pequeña estampa de un santo, que solía llevar
consigo.
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Criptas donde yacen los restos de Mons. Atanasio Jauregui y Mons. Elias Olazar
Bajo la imagen del Señor de los Milagros – Catedral de Yurimaguas
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Monseñor Atanasio Jáuregui,
falleció el 30 de agosto de 1957, lo que provocó la congoja de todos los
pueblos altoamazonenses y, en general, de todas las personas que tuvieron la
suerte de departir con él. Por sus servicios en bien de la comunidad recibió
muchas distinciones honrosas materializadas en medallas de oro, del gobierno de
don Augusto B. Leguía, la Santa Sede, la provincia de Alto Amazonas, de la
Municipalidad de Lima... En 1943 el Gobierno de España lo condecoró con la
Orden de Isabel La Católica en el grado
de Comendador por su labor
evangelizadora en la Amazonía del Perú. Posteriormente también recibió del
Gobierno del Perú la condecoración de la Orden del Sol en el grado de
Comendador, por su fecunda labor apostólica en la Selva del Perú. La Municipalidad
de Alto Amazonas, considerándolo como hijo preclaro de la provincia, le puso el
nombre de Avenida “Atanasio Jáuregui” a
una de las principales calles de la ciudad de Yurimaguas, y construyó una
plazuela contigua a la avenida con el busto de Monseñor Atanasio Jáuregui.
Sus restos mortales descansan en
el interior de la nave derecha de la
Iglesia Catedral de la ciudad de Yurimaguas.
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Busto de Monseñor Atanasio Jáuregui Goiri
en Yurimaguas (Perú) |
Después del fallecimiento de
Monseñor Atanasio Jáuregui, Monseñor Elías Gregorio Olázar Muruaga pasó a ser
obispo titular hasta 1972, fecha en que se retiró a Lima por motivos de salud.
Falleció en 1976.
Los restos de Monseñor Elías
Gregorio Olázar Muragua también fueron inhumados en la Catedral de Yurimaguas,
junto a Monseñor Jáuregui, de quien fuera su obispo coadjutor y sucesor. El
instituto pedagógico de la ciudad, fundado por Monseñor Olázar, lleva su nombre.
En la ciudad de Larrabetzu, lugar
donde nació Monseñor Atanasio Jáuregui, se erigió en su recuerdo un monumento, frente a la Iglesia
de Goikolexea. El domingo 8 de septiembre de 2013, a las 11.00 de la mañana, se
llevó a cabo una ceremonia religiosa en homenaje al centenario del viaje a la
Amazonía peruana de los primeros padres pasionistas, encabezados por Monseñor Atanasio Jáuregui.
La ceremonia, fue promovida y presidida por Monseñor Miguel Irízar Campos, obispo
emérito del Callao, Perú, quien fue anteriormente Obispo Apostólico de
Yurimaguas al fallecer Monseñor Elías Olázar. En ese cargo, Monseñor Irízar
cumplió una intensa y fructífera labor, siendo muy querido y respetado por toda
la colectividad altoamazonense.
Busto de Monseñor Atanasio Jáuregui Goiri en Larrabetzu (España)
Ceremonia en homenaje a los primeros Padres Pasionistas que llegaron a la Amazonia peruana (1913)
Presidida por Monseñor Miguel Irízar Campos
RRM
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